Ares era hijo de Zeus y Hera. A este dios se le atribuye el uso del hierro en las armas, lo que supuso en su momento una revolución para el ejército. Fue identificado con Martes por los romanos.
Ares nunca gozó de simpatías entre los dioses ni entre los hombres porque era el dios de la guerra y disfrutaba con la sangre y la destrucción; generalmente iba acompañado de dioses menores igual de odiosos, como el Miedo o la Discordia. Sin embargo, los romanos sí le rindieron un gran culto por ser un dios militar, capaz de enardecer el ánimo de los legionarios con su bravura. Ares siempre estuvo enfrentado a Atenea porque ambos eran dioses guerreros, pero defendían distintas causas: la diosa era partidaria de la justicia, mientras que Ares sólo pensaba en el combate sin más. Durante la guerra de Troya, Ares defendió la ciudad de Troya, mientras que Atenea luchó a favor de los griegos, que resultaron vencedores, lo que significó el triunfo de la razón sobre la violencia.
Mitología: dioses, héroes y leyendas.