26 de octubre de 2014

Poseidón (dios de los mares)

Poseidón era otro hermano de Zeus, el que gobernaba con su tridente las aguas del mar y solía recorrer sus dominios en un carro fastuoso al que rodeaban los delfines, que daban saltos para halagar al dios. Poseidón se corresponde con el Neptuno de los romanos.
Sin embargo, a pesar de la belleza que le rodeaba, Poseidón no era un dios agraciado: tenía unas barbas y unas melenas que le hacían parecer más viejo y su piel recordaba a la de los peces por su color y su viscosidad. Por este motivo, cuando el dios de los mares se enamoró de la ninfa Anfítitre, la hermosa muchacha se negó a casarse con él. Lleno de pesar, Poseidón envió a uno de sus encantadores delfines, que terminó convenciendo a la joven para que fuera su esposa y también la reina de los mares. A pesar de su gran amor por Anfítitre, Poseidón tuvo romances con otras mujeres (como veis, los dioses se dejaban dominar fácilmente por sus pasiones), sobre todo con ninfas de los manantiales y las fuentes; además siempre tuvo hijos sorprendentes, como el cíclope de un solo ojo llamado Polifemo o el famoso caballo con alas llamado Pegaso.




Mitos: dioses, héroes y leyendas.

5 de octubre de 2014

Apolo (Dios del sol, de la música y de la adivinación)

Los oráculos de Apolo eran transmitidos por una sacerdotisa, la Pitia. Los romanos los asimilaron a Febo.
Apolo nació, junto a su hermana Artemisa, de una de las infidelidades de Zeus. Era el dios más luminoso, el que personificaba la luz del sol. Se le atribuía el poder de la profecía y a él estaba consagrado el famoso oráculo de Delfos, donde acudían los griegos a consultar su futuro y a pedir consejo. Apolo era luminoso y en todos los sentidos: era un joven atlético y hermoso, además de tener gran capacidad artística, pues tocaba la lira y era también un gran poeta. Sus encantos, sin embargo, no enamoraron a la ninfa Dafne, que huía del dios desesperada mientras éste la perseguía loco de amor. Cuando Apolo estaba a punto de alcanzarla, Dafne pidió ayuda a los dioses. Apiadados, la convirtieron en un laurel y Apolo, desconsolado, arrancó algunas hojas de la que había sido su amada y se hizo con ellas una corona que desde entonces es el símbolo de los que triunfan en la poesía y el arte... Aunque los romanos pusieron esa corona de laurel en la cabeza de sus emperadores para otorgarles tanto brillo como al dios solar.


Mitos: dioses, héroes y leyendas.

Ares (Dios de la guerra)

Ares era hijo de Zeus y Hera. A este dios se le atribuye el uso del hierro en las armas, lo que supuso en su momento una revolución para el ejército. Fue identificado con Martes por los romanos.
Ares nunca gozó de simpatías entre los dioses ni entre los hombres porque era el dios de la guerra y disfrutaba con la sangre y la destrucción; generalmente iba acompañado de dioses menores igual de odiosos, como el Miedo o la Discordia. Sin embargo, los romanos sí le rindieron un gran culto por ser un dios militar, capaz de enardecer el ánimo de los legionarios con su bravura. Ares siempre estuvo enfrentado a Atenea porque ambos eran dioses guerreros, pero defendían distintas causas: la diosa era partidaria de la justicia, mientras que Ares sólo pensaba en el combate sin más. Durante la guerra de Troya, Ares defendió la ciudad de Troya, mientras que Atenea luchó a favor de los griegos, que resultaron vencedores, lo que significó el triunfo de la razón sobre la violencia.


Mitología: dioses, héroes y leyendas.

El amor y la música

...Si lo pensáis en términos musicales. es más fácil entenderlo. A veces un hombre disfruta oyendo una sinfonía. Otras le apetece más una giga. Con el amor pasa lo mismo. Cierto tipo de amor resulta adecuado para los mullidos almohadones de un claro crepuscular. Otro resulta natural en el desorden de las sábanas de una cama estrecha en el último piso de una posada. Cada mujer es como un instrumento, y espera que la entiendan, la amen y la toquen con delicadeza, para por fin hacer sonar su verdadera música.
Habrá quien se ofenda con esta manera de ver las cosas, si no entiende cómo concibe la música un artista de troupe. Habrá quien piense que degrado a las mujeres. Habrá quien me considere insensible, grosero o zafiro.
Pero esos no entienden el amor, ni la música, ni me entienden a mí.




PATRICK ROTHFUSS, El temor de un hombre sabio